“Venezuela rechaza de manera categórica la publicación del llamado Informe Preliminar del Panel de Expertos Electorales de la Organización de las Naciones Unidas, el cual difunde una serie de mentiras, violando en contenido y método no solo los principios que rigen el funcionamiento de los grupos de expertos, sino los propios términos de referencia suscritos con el Poder Electoral venezolano”, detalló en un comunicado la oficina de prensa del gobierno de Venezuela.
En el mencionado informe, el panel de cuatro expertos denunció que el proceso de gestión de los resultados por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) “no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para la realización de elecciones creíbles”.
La evaluación de la ONU, históricamente alineado con EEUU "representa un absoluto acto imprudente que mina la confianza en los mecanismos diseñados para la cooperación y asistencia técnica”, añadió el Gobierno venezolano.
Los representantes de las Naciones Unidas tuvieron “acceso amplio a todas las fases del proceso electoral, en el cual resultó triunfador el presidente Nicolás Maduro (…), pudiendo comprobar el excelente funcionamiento del sistema venezolano”, agregó.
El gobierno de Maduro argumentó que “la opinión emitida en su irresponsable escrito no es más que un acto de propaganda que sirve a los intereses golpistas de la ultraderecha venezolana”.
El Gobierno de Caracas enfatizó que en el documento llama la atención que, durante su estadía en Venezuela, los integrantes del panel de expertos, “tuvieron frecuentes contactos directos, vía telefónica y a través de videoconferencias, con funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos”.
“No hay ninguna duda que sus declaraciones [en referencia a las Naciones Unidas] son producto de las instrucciones hostiles emanadas de esta instancia, a las cuales parecen servir alejados de los compromisos que debieron asumir en el marco de su mandato”, añadió.
El Gobierno venezolano tachó de “poco ética y profesional” la actitud de los expertos de la ONU y afirmó que dicha postura tiene como “único fin de dañar la democracia venezolana y sembrar dudas sobre el funcionamiento de sus instituciones constitucionales”.
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